miércoles, 11 de junio de 2014

Nocturnadas a la ventana


Una sensación distante. El reflejo de una sombra en una noche de luna llena. Así se ha vuelto el amor para mí. En una memoria cada vez más lejana, cada vez menos clara.


Si bien se siente un anhelo por lo alguna vez vivido, la sabiduría es alumna del sufrimiento, y entre más distante más sabiduría habita en mí. Si una sensación trasciende a una emoción, a un sentimiento, a un ideal, a un sueño; ¿Será qué aún cuando deseas desde el fondo de tu corazón que pase, si se trunca en algún punto significa que estás aún roto? ¿Qué no es la persona apropiada? ¿o será tal vez qué aunque distante la memoria de la felicidad alguna vez alcanzada es indeleble y te resistes a dejarla ir?. Lo más irónico es que la sabiduría te hace más sensato, pero no necesariamente más feliz, a menos que esta sensación de conocimiento se confunda con sabiduría, porque si realmente fuera sabio viviría feliz con menos...aún no lo se;...Esa sensación de extrañeza que da la impresión de estar perdido pero al mismo tiempo disfrutar el camino en el bosque de la vida.